Hubo una época en la que para descubrir contenido en Internet lo más normal era que alguien te recomendara un sitio o te lo consiguieras en alguna búsqueda, y si te gustaba lo añadías a tu lector de feeds, de ahí que tanta gente sufriera cuando Google Reader murió, pues era uno de los más populares para eso.

Via Gumersindo Fernández, Juergen Wagner